miércoles, 1 de junio de 2016

Artículo final

Cuando empecé con esta asignatura, pensaba (al igual que muchas personas) que los cuentos para niños eran todos y cada uno de los libros para niños.

Que la literatura abarcaba desde escritores, pasando por hechos históricos y terminando con sus obras.

Que en todos los textos infantiles viene dada una enseñanza clara que no hace falta deducir.

Y que todos los cuentos que se les leen a los niños son hechos especialmente para ellos.

Ahora sé que el libro es el elemento físico, con portada, contraportada y páginas, y que puede contener o no un cuento.

Un cuento es un relato breve de ficción, pero que sea de ficción no significa que sea fantástico. De hecho toda la fantasía es ficción pero no toda la ficción es fantasía.

También sé que la literatura es un arte, según María Moliner: “La literatura es el arte de la palabra”. Que la historia de la literatura o la teoría de la literatura no es literatura. Y que la literatura está escrita para ser disfrutada.

Que no todos los textos son literarios, sino que se dividen en:

-          Paraliterarios: cuyo objetivo es didáctico y se centran en el aprendizaje.

-          Literarios: Cuyo objetivo es placentero, disfrutar y se centra en que el niño extraiga su propio aprendizaje. Tiene función poética, ha de ser un texto de ficción y debe pertenecer a uno de los tres géneros literarios (narrativa, poesía y texto teatral).

-          No literarios: No tienen función  poética y su intención no es artística.

Unas de las cosas que mejor diferencian la literatura de la paraliteratura son la ficción y la intención artística. Si el texto es real, no es literario. Pero si el texto es basado en hechos reales normalmente tiene algo de ficción, por lo que sí que sería literario en ese caso.

También he aprendido que existen dos variantes de literatura infantil. Una es la constituida por obras escritas para los niños y otra la formada por obras literarias para adultos, pero que los niños se apropiaron.

Toda esta información pertenece al primer bloque, del cual cabe destacar también los cuentos de autor.

Los autores saben que no hay nada que le guste más a un niño que ser protagonista, por eso crean niños o animales personificados que les permiten identificarse.
El niño protagonista debe evolucionar a la vez que el niño escucha o lee.

El niño protagoniza puede y debe favorecer la maduración psicológica en el niño lector en tres campos: interiorización del yo, inserción social y desarrollo lingüístico.

Según la psicología cognitiva de Piaget, el niño hacia los dos años esta n pleno desarrollo senso-motor. Hacia los siete años se inicia la reflexión y la interiorización y a partir de los 10 años el niño acepta la realidad, pero su mayor deseo está en la utopía, las aventuras, la búsqueda de lo bello y lo bueno como la amistad y la libertad. Pero también siente atracción por la violencia y la sangre.

La actividad que realizamos en este bloque consistió en analizar un libro infantil siguiendo unos pasos. Teníamos que, entre otras cosas, elegir una edad concreta para el libro analizado. Realizar esta actividad me ayudó a darme cuenta de lo diferentes que son los niños en cada edad y de que no todo vale. 
No es suficiente con coger un libro a voleo y leerlo en el aula sin más. Es necesario realizar un análisis de ese libro antes de seleccionarlo para un aula ya que de ese modo podremos saber si es apropiado o no. Si les va a ser útil o no.

En el segundo bloque aprendimos lo que son los textos folclóricos.

Existen tres características fundamentales del folclore: el anonimato, la oralidad y la multiplicidad de variantes debida a la transmisión vertical (de generación en generación) y horizontal (en una misma época, sin tener en cuenta la edad de las personas).

La literatura folclórica es muy importante porque cuenta las historias de los pueblos, sin ella no conoceríamos muchas de las tradiciones que había antes en diferentes lugares.

Existen varios tipos de textos folclóricos:

-         -  En verso: textos para recitar, para cantar y para jugar.

-         -  En prosa:

a)      Cuento folclórico: relato breve de asunto ficticio y carácter lúdico surgido de la tradición oral.

b)      Mito: relato tradicional que cuenta la actuación memorable de dioses o héroes en tiempos prestigiosos y lejanos.

c)       Leyenda: forma simple de trasmisión oral que refleja una tradición local.

d)      Fábula: forma breve con sentido moral e intelectual, protagonizada por animales que reflejan actitudes y pasiones humanas.

No se debe confundir moraleja con enseñanza moral. La moraleja aparece explicitada al final del relato con el fin de explicar y enfocar la comprensión de la totalidad del texto. La enseñanza moral puede encontrarse en diversos lugares de la historia y cada cual puede aplicarla a su realidad a partir de su propio esquema de valores y de sus inferencias particulares.
Las moralejas no eran comunes en la literatura folclórica.

El teatro folclórico se puede trabajar en el aula con títeres, ya que la representación de cuentos con marionetas es un recurso didáctico muy positivo que además favorece la interiorización de argumentos, conceptos y vocabulario.

Aprendimos algunas fórmulas de entrada y salida para narrar cuentos ya que antes tenían una función “mágica” para atraer la inspiración (entrada) y para cerrar el círculo de la narración (salida).

La estructura interna de los cuentos se podría dividir en planteamiento, nudo y desenlace. 
Básicamente el principio de los cuentos parten del núcleo familiar para comenzar un viaje iniciático y finalizar en un nuevo núcleo familiar (si superan todas las pruebas del viaje) por eso normalmente acaban en boda, creando su propio núcleo familiar.

En los cuentos se reflejan los deseos, los miedos y las ilusiones de las personas.

En este bloque, Irune nos contó, entre otras cosas, el mito de Cupido y Psique. Fueron dos clases en las que todas estábamos deseando que empezase a contarlo.

También tuvimos que adaptar el cuento del Hombre de la piel de oso. Sin duda esta actividad ha sido una de las que más me ha gustado hacer y también una de las más útiles en mi futuro profesional.

Me encantó darme cuenta de la capacidad que tengo para imaginar una historia diferente pero con los mismos elementos clave.

De hecho, tras leer algunos cuentos del libro de los 101 cuentos, he hecho yo mis propias adaptaciones. Muchas veces leemos un libro del que no nos gusta el final o que nosotros habríamos hecho de otra forma. Pues ahora cuando leo un cuento folclórico que no me termina de gustar, lo adapto y leo mi propia versión.

En el tercer bloque titulado “la hora del cuento” vimos diferentes técnicas para contar o leer cuentos en el aula como futuras profesoras.

Vimos la importancia de interactuar con los alumnos, de dedicar un tiempo definido previamente, de ambientar el aula, de despertar su interés, de hacerles partícipes, etc.

La primera técnica es la del cuentacuentos. En esta técnica la maestra no tiene un libro físico que lee o cuenta, sino que debe prepararse antes de la hora del cuento un cuento folclórico que después contará a sus alumnos.
No es necesario que se lo sepa de memoria, ya que los cuentos folclóricos tienen muchas versiones y cada uno lo cuenta como quiere siempre que mantenga las características principales. Por eso en esta técnica la imaginación tiene un papel fundamental.

La siguiente técnica es la narración con libro. Esta técnica también requiere imaginación, ya que, al igual que la anterior, no se lee, sino que se cuenta.
La diferencia fundamental con la técnica de cuentacuentos es que en este caso la maestra sí que tiene un libro físico que le sirve como guía y como apoyo si tiene imágenes, pero no lo leerá tal cual. También será necesario que se lo prepare antes de la hora del cuento.

La última técnica es la de lectura de libro. En este caso la maestra sí que lee el libro tal y como viene escrito, puede mostrar las imágenes que vienen en el mientras lo lee o simplemente limitarse a leerlo.

En el primer ciclo de infantil es más adecuado contar un cuento a leerlo por la interacción, ya que en el primer ciclo les resulta más fácil distraerse, y si les haces participes hay menos probabilidad de que lo hagan.

En este bloque realizamos una actividad en el aula por grupos de tres. Cada uno de los miembros del grupo tenía que elegir una de las tres técnicas y llevarla preparada. Yo elegí la de narración con libro. Me habría gustado poder realizar las tres técnicas, pero elegí esa porque consideré que tenía un poco de las otras dos. Por una parte debes tener imaginación y contarlo, pero por otra tienes un libro físico con imágenes que sirven como apoyo. 

Me gustó mucho realizar esta actividad y me habría gustado aprender todo esto antes de las practicas, ya que me habría ayudado a contar o leer los cuentos a mis niños de clase mucho mejor a como lo hice. 

En el bloque cuatro vimos la creación de textos con y para los niños de infantil.
Dedicamos unas cuantas clases a ver distintos métodos de creación de textos y las cosas que no se deben hacer.

Por ejemplo, no se deben poner esquinas que pinchen ya que pueden ser peligrosas para niños pequeños, ni anillas que se puedan abrir, ni cosas que puedan chupar y les hagan daño… Y a medida que veíamos las cosas que no debemos hacer, encontrábamos soluciones como redondear las esquinas, pegar las anillas para que no se abran o utilizar materiales que no sean atrayentes para chuparlos (como las chuches) ni que sean tóxicos.

Vimos que se podían crear textos en prosa, en verso, dramáticos y por último la creación de los libros.

Este bloque fue más práctico que teórico (como en todos, pero en éste lo consideré más notable) ya que la actividad a realizar era crear un texto de cada uno de los tipos citados en el párrafo anterior, incluyendo la creación de un libro siguiendo las pautas de qué hacer y qué no hacer y apoyándonos con los ejemplos que Irune nos enseñó.

El resultado fue muy satisfactorio y realmente útil para mí como futura profesora ya que me di cuenta de que había más opciones a parte de sentarme delante de los niños y leer sin más. Se ha abierto un mundo de posibilidades mediante las cuales podré interactuar mucho más con mis alumnos y sentir que estamos haciendo algo juntos, cosa que será buena para ellos pero, por supuesto, también lo será para mí.

Y ya llegando al último bloque, el bloque cinco. En esta ocasión vimos cómo crear una biblioteca infantil y tuvimos que hacer la nuestra propia.

Realizamos una actividad por grupos en la que creábamos una biblioteca infantil para nuestra aula. En esta actividad teníamos que poner en práctica todo lo aprendido hasta ahora, desde la selección de los libros hasta las características pasando por la hora que le íbamos a dedicar al cuento y los detalles para que el espacio fuese útil y fuera de peligro.

En mi grupo realizamos una maqueta de cómo sería nuestra biblioteca y añadimos un listado de libros que se encontrarían en ella. Desde libros para los niños hasta uno para la maestra. Quisimos hacerlo atractivo para los niños, por lo que lo ambientamos como si fuese un castillo y tuvimos en cuenta detalles como la altura de las estanterías para que llegasen a coger los libros y la comodidad del espacio, que era muy acogedor.

Conclusiones:

Considero que esta asignatura es de las más útiles que he tenido. Parece que contarle un cuento a un niño es algo que puede hacer cualquiera, pero conlleva más cosas de las que nos pensamos. Requiere esfuerzo, preparación y ganas.

Cuando yo hice las practicas, en mi aula había como mucho 10 libros, todos ellos puestos en una balda tan alta que los niños no podían llegar a ellos.

Tenemos la idea equivocada de que los libros hay que cuidarlos y que si se los dejamos a los niños estos no lo harán. Pero debemos entender que los libros infantiles están hechos para ellos, para que los disfruten. No sirve de nada tener un aula llena de libros buenos que estén casi sin estrenar, así no disfrutan de ellos.

He aprendido formas de acercarme más aun a mis futuros alumnos, de hacer que se interesen por la literatura y que la hora del cuento pueda ser algo divertido, interesante y producente y no simplemente una forma de que estén sentados y quietos durante unos minutos.

En cuanto a mi blog, me ha gustado mucho poder realizar cada actividad y ver que a mis compañeras y a mi profesora les han gustado tanto como a mí. Pero tengo que admitir que no me terminaba de gustar que me pusiesen mejoras o tener que ponerlas yo, ya que considero que la que realmente sabe a ciencia cierta qué está bien y qué no es mi profesora. Lo otro son sugerencias, sí, pero he tenido que aprender a aceptar las críticas de mis compañeras que están aprendiendo igual que yo, cosa que está bien pero que preferiría no tener que haber hecho.

El día de mañana espero poder disponer de un espacio en mi aula con una biblioteca infantil creada a mi gusto y siempre teniendo en cuenta las necesidades de los niños.
Espero también poder ser una gran maestra, que los niños estén deseado que llegue la hora del cuento para escucharme o para escucharse entre ellos, que se acuerden de los cuentos que les contaba o leía su maestra Ana.

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